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«Tu medicación te roba nutrientes»

«Tu medicación te roba nutrientes»

A la hora de elaborar un diagnostico adecuado aparte de valorar la situación fisiopatológica del paciente es muy importante tener en cuenta los tratamientos farmacológicos a los cuales está sometido, sobre todo si se trata de tratamientos crónicos, personas polimedicadas, pues pueden estar perjudicando su estado nutricional.

En este sentido existen dos situaciones a tener en cuenta, cuando los fármacos pueden comprometer el estado nutricional de la persona de forma genérica o especifica (interaccion F-N) y cuando es el nutriente/alimento quien perjudica al fármaco (interacción N-F) aumentando o disminuyendo su efecto (ineficacia o toxicidad). Será la primera situación la que más le interese al nutriólogo debiendo poner en práctica las estrategias/herramientas dieteticas  necesarias para evitar o revertir un posible déficit nutricional.

INTERACCION FARMACO-NUTRIENTE: 

1.Interaccion F-N genérica: cuando un fármaco determinado compromete de forma general la absorción de diversos nutrientes, es el caso de fármacos como….

2.Interaccion F-N especifica: cuando un fármaco determinado se convierte en enemigo de un nutriente determinado reduciendo su absorción y provocando déficit nutricional de dicho nutriente. En esta situación es de extrema importancia seguir un protocolo de actuación adecuado detectando el nutriente riesgo, corroborando su carencia con las pruebas adecuadas (estudios bioquímicos) y proceder a la suplementacion en caso de ser necesario (se ha verificado su déficit). En caso de no tenerlo en cuenta, la situación se puede agravar sobretodo en tratamientos crónicos ya que se genera un déficit subclinico (asintomático) que a la larga traerá serias consecuencias (ej. déficit de fólico o hierro, anemia). Los nutrientes más afectados son los micronutrientes, vitaminas y minerales. Se esté recibiendo o no suplementación (el medico ha valorado la no necesidad de ésta) el paciente debe recibir instrucción adecuada: cuales son las funciones de ese nutriente, que me ocurrirá si presento carencia y cuales son sus fuentes alimentarias. A continuación se destaca algunos de los casos más relevantes.

FARMACOS ENEMIGOS DEL ACIDO FOLICO: los mas destacados, los antiepilépticos (valproato, fenobarbital, fenitoina), algunos antibacterianos (trimetoprin), antineoplásicos (metotrexato), anticonceptivos orales, antiácidos y algunos hipocolesterolemiantes (colestiramina).La epilepsia es una enfermedad crónica que requiere tratamiento de por vida, estos pacientes tienen grandes posibilidades de manifestar anemia megaloblastica (consecuencia de la falta de esta vitamina) en algún momento de su vida. La suplementación en ellos suele ser muy frecuente, pero siempre bajo prescripción facultativa a dosis adecuada. Este punto es de enorme importancia pues la suplementacion no controlada, indiscriminada puede revertir sobre el fármaco provocando ineficacia de este, es decir, pueden acontecer crisis convulsivas. Tambien se debe seguir un especial control de la dieta pues ingestas excesivas de fólico se suman a la suplementacion y el resultado puede ser el mismo, crisis convulsivas.

FARMACOS ENEMIGOS DE LOS HUESOS (nutrientes riesgo: vitamina D y Calcio): de nuevo los antiepilépticos son protagonistas, estos también comprometen la absorción del calcio, aquellos epilépticos que toman medicación de manera continua desde temprana edad puede llevar a problemas de crecimiento y a osteoporosis en edad adulta. Los antiinflamotorios no esteroideos (los famosos AINES como el ibuprofeno…) y los corticoides son otros de los “enemigos de los huesos”, sobre todo en tratamientos crónicos como personas con lupus eritematoso sistémico, hepatitis autoinmune, EPOC (enf pulmonar obstructiva crónica) o enf inflamatoria intestinal (enf de Crohn y colitis ulcerosa). Algunos de los hipocolesterolemiantes (colestiramina, colestipol) y laxantes con contenido en aceite mineral interfieren en la absorción de vitaminas liposolubles como lo es la vitamina D, necesaria para la asimilación del calcio, dificultando de forma indirecta su absorción. Se pueden citar otros como algunos diuréticos (furosemida, espironolactona..) o la penicilamina (enf de Wilson, artritis reumatoide, cisteinuria crónica). Por ultimo destacar la interaccion entre tetraciclinas (antibiótico) y el calcio, se unen evitando la absorción de ambos, se recomienda por ello distanciar la ingesta de las fuentes de calcio de dicho medicamento, por desgracia es muy habitual el consumo de antibiótico con el vaso de leche. Las tetraciclinas son capaces de interactuar con numerosos alimentos disminuyendo su absorción hasta un 50-60%. Se recomienda como norma general administrarlas 1-2 horas antes-despues de las comidas.

FARMACOS ENEMIGOS DEL HIERRO: el hierro es esencial para que el organismo fabrique globulos rojos, cuando falta hierro se producen menos hematíes o de peor calidad dando lugar a la anemia ferropenica. Existen fármacos que pueden dificultar su absorción como los inhibidores de la bomba de protones conocidos como antiácidos (omeprazol..) o protectores de estomago. Para que el hierro se absorba en el aparato digestivo se requiere de medio acido y este tipo de fármacos a una dosis habitual mantiene baja la acidez del estomago. Se recetan a personas que padecen ulcera o quienes deben tomar medicamentos que pueden dañar la mucosa del estomago como los antiinflamatorios, también los pacientes polimedicados deben tomar el protector de por vida. La carencia de hierro se debe tratar con suplementos y revisando la dieta (ver tema anemia ferropenica).

FARMACOS ENEMIGOS DEL POTASIO: El potasio interviene en la transmisión del impulso nervioso y en el mantenimiento de la presión arterial. Es perjudicial tanto su déficit como su exceso. En el caso de la hipopotasia se producen calambres nocturnos, en la hiperpotasia el corazón se agota, pudiendo ocasionar en casos severos de hiperkalemia, parada cardiaca. Los fármacos de elección en la hipertensión arterial (HTA) suelen ser los diuréticos, con la diuresis (aumento de la orina) se produce aumento en la excreción de potasio, en consecuencia, hipopotasemia. En estos casos se debe suplementar y revisar la dieta potenciando las principales fuentes de este mineral. Ahora bien, es de extrema importancia, saber que tipo de diurético se está tomando, pues existen los diuréticos “ahorradores de potasio”, con ellos el efecto es el contrario, disminución de su eliminación y en consecuencia, hiperpotasemia. En esta situación se debe llevar un control riguroso de su ingesta, “dieta controlada en potasio” y, por supuesto, totalmente contraindicada la suplementación.

INTERACCION NUTRIENTE-FARMACO

Existen diversas situaciones en las que un nutriente o alimento determinado interfiere en el mecanismo de acción de un fármaco. Cuando el alimento produce el mismo efecto que el fármaco (agonistas) provoca un  aumento del efecto farmacológico pasando del umbral terapéutico al toxico, toxicidad. Cuando el alimento produce el efecto contrario (antagonistas), puede provocar ineficacia del fármaco. En ambos casos se trata de un efecto adverso que se debe evitar extremando la vigilancia de este nutriente/alimento, pues será su exceso  el responsable de tal efecto nocivo, de ahí la importancia de ajustarnos a la recomendación del nutriente.

Es muy importante tener precaución con el empleo de plantas medicinales pues su “inocuidad” puede ser peligrosa por todo lo comentado. Si se padece una patología y no estamos siendo tratados la tisana será terapéutica, pero lo habitual es que el enfermo crónico este siendo tratado con medicación, en esos casos, la planta potenciará el efecto del fármaco induciendo toxicidad.

FARMACO PERJUDICADO,  DIGOXINA: La digoxina es un glucósido cardiotónico empleado en patologías cardiacas, está estrechamente relacionado con las concentraciones plasmáticas de potasio, éstas deben permanecer constantes para conseguir la eficacia del fármaco. Los preparados diuréticos de herboristería (a los cuales recurren los hipertensos) provocan pérdidas masivas de potasio aumentando su excreción e induciendo a toxicidad del fármaco. Por ello se recomienda evitar al máximo estos preparados y vigilar la ingesta de potasio asegurando un aporte adecuado.

FARMACO PERJUDICADO, ANTICOAGULANTES ORALES (sintron…): La vitamina K interviene principalmente en la coagulación sanguinea, es antihemorrágica,  formando coágulos evitando las hemorragias. Los fármacos anticoagulantes tienen el efecto contrario necesario en los pacientes con riesgo cv (antagonistas). El farmaco “le quita el puesto”  a la vitamina K disminuyendo su poder coagulante consiguiendo el efecto contrario deseado, la anticoagulación. El problema acontece cuando el paciente toma un exceso de vitamina o es irregular en la ingesta, ese excedente desplaza al fármaco disminuyendo su acción anticoagulante obteniendo un efecto totalmente indeseable, el fármaco se torna ineficaz necesitando para conseguir el mismo efecto terapéutico aumentar la dosis. Se debe recomendar a los pacientes en tratamiento con anticoagulantes orales que limiten la ingesta de alimentos con un contenido muy alto o alto en vitamina K. No es necesario limitar los alimentos con contenido moderado, pero debe recomendarse que su consumo sea regular de un día para otro.

DIETAS EXCESIVAMENTE RICAS EN FIBRA: la absorción de los fármacos en general puede verse interferida ante una dieta excesiva en fibra. Se debe tener la precaución, sobre todo, en pacientes crónicos polimedicados, de no excederse con ella, pues puede reducir la eficacia de la medicación.

ZUMO DE POMELO, ENEMIGO DE LOS FARMACOS: Este alimento inhibe el metabolismo de los fármacos impidiendo el primer paso hepático produciéndose acumulación en el organismo, la mayoría de fármacos pasan por el hígado de ahí que la mayoría se vean afectados, sin embargo, los más perjudicados son  felodipino y nifedipino (antihipertensivos), estatinas (hipocolesterolemiantes) y terfenadina (antihistamínico). La terfenadina junto con el zumo de pomelo puede dar lugar a arritmias ventriculares pudiendo derivar en parada cardiaca.